Entradas

Un desencuentro en la capital del amor - parte 4 / EL FINAL

Recuerdo que días posteriores el seguía resonando en mi cabeza, pero por dentro yo sentía que había hecho lo correcto para mí, respetando mi forma y mi sentir. Y eso me dio paz. Así que pasaron los días, con mi amiga seguimos el recorrido por algunas ciudades más, luego nos fuimos a Italia, volvimos a Madrid, y regresamos a Uruguay. Hoy, más de seis años después, cuando escucho “Read All About It” (la canción), me sigo transportando a París, a ese momento de desencuentro, y a toda la historia que nos llevó a construir un vínculo con una base súper inestable que se desmoronó en un suspiro. A veces me sigo encontrando con historias similares, dos personas que se engancharon en una “relación a distancia”, o que construyeron un vínculo con estas características. Y no puedo evitar repasar todo lo que yo viví y espero haber podido poner en palabras para transmitirlo acá.   Pero, ¿por qué surgió la idea de contarles todo esto? Por dos motivos. El primero: me gusta escribir y con

Un desencuentro en la capital del amor - parte 3

3 de abril.  ¡Llegó el día! Finalmente me tomé un vuelo con destino a Madrid, ahí fue donde todo esto empezó a volverse tangible. En otra oportunidad les podré contar más sobre este recorrido increíble, pero esta vez, vamos directo a lo que interesa. Después de recorrer varios lugares de España, nos íbamos directo a París. La ciudad del amor… según dicen. Creo que pusimos tanta expectativa en la experiencia parisina que la ciudad no nos deslumbró tanto como esperábamos, y eso es lo que pasa siempre con todo aquello que cargamos de expectativas de ante mano. Igualmente, no vamos a decir que no la disfrutamos, la ciudad es increíble por dónde se la mire, aunque los parisinos no fueron tan cálidos cómo nos hubiese gustado #realfact Supimos disfrutar una noche en un barco por el Río Sena, ver un show en el Moulin Rouge, subir a la torre hasta su último piso y observar maravilladas todo el entorno, perdernos en el Louvre, y caminar hasta el cansancio por las tiendas de la Rue de R

Un desencuentro en la capital del amor - parte 2

Las conversaciones que empezaron siendo mensuales, se hicieron quincenales, y luego semanales. Hasta que se nos hizo necesario un encuentro más frecuente así que intercambiamos teléfonos y empezamos a hablar casi todos los días. Nos contábamos sobre nuestros sueños, nuestras metas, la rutina, nos enviábamos mágicos mails y nos dedicábamos canciones que hasta el día de hoy sigo escuchando en mi mente. ¡Opa! Se hizo la luz…  Read All About It – de Emeli Sandé  Así se llamaba la canción que no podía recordar al principio de esta historia. La canción que el me regaló para incentivarme a escribir, para alzar mi voz y aportar mi granito de arena al mundo. Ay, se me metió un poquito de romanticismo en el ojo, sepan disculparme 😇  Después de varios meses de intercambio de mensajes, charlas y video llamadas, habíamos llegado a un punto en dónde el bichito de “qué somos” empezaba a picar… Nuestras sensaciones y sentimientos cada vez se hacían más intensos, y poco a poco íbamos g

Un desencuentro en la capital del amor - parte 1

Mientras escribo esto trato de recordar una música, que de hecho no es cualquier música. Era “nuestra” música. Mientras pongo todos mis esfuerzos en tratar de recordar esta canción, mi mente me trae flashes en blanco y negro, es como si tratara de decirme cosas, tengo el nombre de la canción en la punta de la lengua, e incluso me acuerdo del momento en el que la escuché por primera vez… recuerdo algunos sonidos, palabras… pero se desvanece todo otra vez. De todas formas, confío en que quizás cuando termine de escribir esta historia, esa canción pueda volver a mi memoria… Cierro los ojos y la puedo escuchar. ¿No es un poco loco todo lo que puede hacer la mente? En fin. Estoy acá para hablarles de un amor que me llevó puesta y me atravesó entera, y cómo todo lo efímero de este mundo, duró dos suspiros. Si, ya sé. Mejor les empiezo a contar: Hace muchos años, cuando yo tenía aproximadamente unos 19 años, mucha libertad y la ilusión de conquistar el mundo, tuve una idea que en

Mi historia - el final

Escribir esta historia apareció como una necesidad de contar, exponer y hablar de salud mental. Como algunos de ustedes saben, tengo formación como psicóloga y se supone que durante los años de carrera nos entrenan para acompañar, y por qué no, atravesar, procesos internos que pueden ser complejos como la ansiedad y la depresión, entre otros.  Pero toda la información teórica que tenía se perdió cuando me tocó atravesar algo así en carne propia. Además, en mis siete años de formación en la universidad, nadie nunca me habló acerca de todas las variaciones sintomáticas que podría llegar a experimentar una persona con ansiedad, estrés y depresión. Mucho menos me hablaron de amor propio y autocuidado. Entonces, ¿para qué vengo contándote mi propia historia hace ya varias semanas? Porque un día comprendí que parte de mi propósito es hablar sobre las cosas que me duelen, las que me entusiasman y las que siento injustas. Hablar sobre mis aprendizajes y mis errores se convirtió en mi

Mi historia - parte 5

Después de haber tomado la decisión de volver a casa, ya que la situación para mi era imposible de sostener, tenía que buscar la forma de comunicar mi resolución 😟 Ese día me desperté temprano, estábamos en Pretoria, me senté a desayunar y a leer un rato en el patio del hostel. Cuando mi “amigo” se levantó, le dije que me iba a volver a Uruguay, que no me estaba sintiendo bien y que no iba a seguir el viaje. Te soy sincera: no recuerdo su reacción. Pero no fue tan catastrófica, ya que después de eso seguimos recorriendo en el auto hasta llegar a Johannesburgo a devolver el auto. Una vez ahí, el siguió hacia el norte africano, y yo me fui al aeropuerto. 32 horas más tarde, llegué a Montevideo. Y ahí empezó el verdadero viaje para mí. Cuando llegué a mi casa, pasé dos días acostada, llorando sin parar, no me podía bañar, comer, ir al súper, ni salir a caminar. Todo me daba miedo, todo me asustaba. Me dolía la cabeza, me sentía mal del estómago y tenía náuseas constantement

Mi historia - parte 4

  A las 6 am sonó el despertador.   Desayunamos y nos preparamos para salir de safari. Nos íbamos turnando el volante, pero esa vez manejaba él. Los primeros kilómetros no vimos nada, hasta que de a poco nos íbamos encontrando con las distintas manadas. Me acuerdo que la primera vez que vi cebras me maravillé, nunca me imaginé que iban a ser tan lindas en vivo. Y así fuimos conociendo jirafas, leones, hienas, aves, elefantes, monos, y muchos otros animales más. Ver toda la diversidad de vida salvaje en su contexto natural, fue de las sensaciones más placenteras que sentí en aquellos días. Para ponerlos en contexto: íbamos en el auto alquilado, haciendo safari, SOLOS, por nuestra cuenta (es algo muy común allá), y andábamos por caminos de tierra, que por las lluvias a veces estaban un poco difíciles, digamos. “Me voy a acercar a ese elefante a sacarle una foto”, me dijo. “Yo diría que no te acerques mucho, viste que los elefantes son muy territoriales, y es mejor tener cuida